Ojos apagados y el frío de la
noche.
Tantos olores y sensaciones, tanto
frío, tanto miedo…
Delicioso miedo…
Los pétalos forman parte de mí a
cada instante
Pétalos que decoran la palidez de
la muerte,
Que vuelven preciosos los ojos
apagados.
Delicia embriagante y seductora,
El perfume de la muerte me
perfora, me asfixia, me lleva dentro de ella,
Las delicadas curvas de su cuerpo
y el hierro dividiéndolas, transformándolas,
No podría existir algo más bello,
El miedo se va cuando juego con su
encanto, yo lo convierto, soy el escultor, el artista, el que vuelve bello lo
imperfecto.
Aquel lienzo blanco
Convertido en una obra de arte
color carmín.
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